Amor podría llamarte
Pero es demasiado general:
Se confunde con la amiga, el abuelo, la prima.
Podría llamarte Amor
Pero está en el lenguaje común:
Platónico, romántico, cristiano.
¿Eres tú, Amor?
¡Por supuesto!
Amor podría llamarte
Pero está tan masticado
Que no sabe a ti.
Entonces, ¿qué?
¿Cuál es la palabra que te encaja, que te define?
¿Cuál es la expresión que puede condensar
Todo lo que me provocas?
¿...aquello que representa cómo te siento?
…
Cielo te llamo a veces
O su cursilación: cieli.
Porqué me siento allí cuando te siento.
Pero no sólo eres un lugar.
Linda. Sin duda lo eres.
Pero es una consecuencia física
De algo superior.
Quizá mucha gente ha sentido lo que yo
Por eso “Amor” es un término tan usado.
Pero ¿cómo es posible que todo ese “Amor” sentido
No haya hecho mejor este mundo?
Es soberbio pensar que lo que te siento es único,
Es el génesis de otra manera de sentir
-aunque en el fondo es mi tesis principal-.
Quizá tendría que descomponer tu nombre
Y hallar una forma personificada
En la que me sienta cómoda
Y pueda encerrar la íntima relación que ejercemos.
Quizá no es posible condensar toda esta nube en unos sonidos
¡Pero es demasiado maravilloso como para no poder ser
expresado!
Te doy, te recibo, te acepto, te abrazo.
Me llenas, me nutres, me mueves, me construyes.
Te todo.
Te integro, te guardo, me tienes, te amo.
T’estimo, Fio.
